Miércoles 12 de enero
Dios no nos dio un espíritu de cobardía, sino de poder y de amor y de buen juicio (2 Tim. 1:7).
El “buen juicio” es la capacidad de pensar con sensatez. Esta cualidad te ayudará a enfrentarte con madurez a las situaciones de la vida, por desagradables que sean. Es triste decirlo, pero algunos jóvenes no tienen la madurez ni el valor para enfrentarse a los problemas y tratan de escapar de ellos pasándose el día en la cama o viendo la televisión, consumiendo drogas y alcohol, yendo de fiesta en fiesta o llevando una vida inmoral. Pero a los cristianos se nos anima a “repudiar la impiedad y los deseos mundanos y a vivir con buen juicio y justicia y devoción piadosa en medio de este sistema de cosas actual” (Tito 2:12). Así es, la Biblia exhorta a “los hombres de menos edad a que sean de juicio sano” (Tito 2:6). Para seguir este consejo, debes orar a Jehová y confiar en que él puede darte las fuerzas que necesitas para enfrentarte a los problemas (1 Ped. 4:7). En efecto, debes confiar completamente en “la fuerza que Dios suministra” (1 Ped. 4:11). w09 15/5 2:9, 10